miércoles, 3 de agosto de 2016

EL Árbol De Los Problemas

arbol de los problemas



Había una vez un granjero que contrató a un carpintero para reparar su vieja granja. Al finalizar el primer día de trabajo, y tras algunos contratiempos con sus herramientas, su camión no quiso arrancar. Entonces el granjero le ofreció llevarlo a casa y el carpintero lo invitó a cenar con su familia. Al llegar a la casa, se pararon ante un árbol que había delante y el carpintero tocó sus hojas con las dos manos.



Cuando abrió la puerta y entró, ocurrió una sorprendente transformación: Su cara estaba llena de alegría. Abrazó a su esposa y a sus hijos, y les dio un cariñoso beso a cada uno. Cuando acabaron de cenar, el carpintero quiso acompañar al coche al granjero, y al pasar cerca del árbol, el granjero preguntó al carpintero por lo ocurrido al llegar.

– ¡Oh!, ese es mi Árbol de los Problemas – le respondió – . Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura, no quiero que mis problemas afecten a mi familia. Así que cada noche al llegar a casa cuelgo en el árbol los problemas del día. Luego, a la mañana siguiente los recojo otra vez. Lo divertido es que cuando voy a recogerlos por la mañana, no hay tantos como recuerdo haber colgado la noche anterior.

Me pareció muy ingeniosa la estrategia del carpintero y pensé: “¿por qué no?” Tendemos cada día a sentir que los problemas nos oprimen, nos agobian, pero si nos tomamos un tiempito para analizarlos, nos daremos cuenta que no todos son tan graves como parecen.

¡Busquemos cada una nuestra propia versión del Árbol de los Problemas y no les permitamos tomar el control!

Autor: Jorge Bucay

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