Hola, te pido que me escuches!
Hola, si, se que
hasta parece ridícula esta conversación,
pero aunque haya pasado ya mucho tiempo, tengo la total necesidad que me
escuches. Se que te han criado como una muñeca, una princesa dentro de un
castillo de cristal, sin demasiado lujos pero, materialmente tenías mucho más que otras niñas de tu entorno, los
mejores vestiditos, zapatitos de charol, zoquetes con puntillitas, guantes
y eso si! las mejores muñecas y
jueguitos de te. Todas las otras niñas del barrio querían jugar en tu casa, que
era grande y cómoda.
Te gustaba ir a las clases de Danzas y andar en puntitas de pie… pero lo que
realmente te fascinaba eran tus zapatos
rojos de taco, y los gastaste de tanto usar, en clases, así como en casa.
El día transcurría
entre tus actividades reales y las realidades imaginarias, aunque nunca eran
cuentos de princesas, tenías otras
inquietudes, el universo era tu meta,
claro hay que reconocer que a los 7 años leías de todo y muy bien, aparte de
interpretar todo muy rápidamente, incluso : ciencia,
Te acordás cuando querías ser astronauta? Ese era tu sueño más preciado, claro, nadie
entendía que a los 6 años quisieras algo que estaba más allá del arco iris, era
lo que debía soñar toda princesa, aún no se había llegado a la luna, eras una nena! De dónde sacabas esos sueños, sólo reservados
para unos pocos, y varones!! A los 6 años descubriste algo fascinante: Viaje a las estrellas, si! Te diste cuenta que alguien más soñaba
con explorar el universo, descubrir nuevos mundos… y a tus manos llego la
astronomía, aún sin comprender de que se
trataba
A tus 7 llegó otra realidad,
cómo cambió todo en tu vida! Si
bien nunca perdiste tus sueños,
comenzaron a haber pérdidas, tanto materiales como afectivas, el ambiente
se tornó más denso, junto con eso,
épocas de zapatos rotos, y vestidos más humildes, ya no había juguetes caros ni casa grande, el único refugio fue tu
mente, pero algo raro también pasaba con ella,
se había convertido en una fuente de tristezas y soledad. Lejos de
comenzar a mejorar tu historia se iba complicando aún más. Los cachetazos de la vida fueron pasando de desde las incompresiones hasta no poder ni siquiera pensar en estudiar
lo que querías, las enfermedades familiares y la situación económica que ello
representaba. De a poco fuiste cerrando
tu probabilidad de llegar a esos sueños, el tiempo pasaba… no te hacías más
joven… seguiste sobreviviendo como sea, luego vino el casamiento, no es que no
lo hayas pasado mal, sólo olvidaste los
sueños, aunque no de soñar, lo que no te permitía ser feliz.
A los 28 pudiste conocer un observatorio, pudiste adquirir y
demostrar tus conocimientos, pero eso tampoco fue la posibilidad de cambiar tu rumbo, había otras necesidades, ya
a los 30 pasaste por la puerta del Balseiro, tus lágrimas fueron como
cataratas; allí tendrías que haber estudiado …
Luego todo se fue aplacando, pero había que lucharla, llegó
la tarea que más te dio una nueva esperanza: Ser mamá!!! . Sin darte
cuenta esos sueños de pequeña se
archivaron…y continuaste una vida sin sobresaltos, pero no te diste cuenta que todo a tu alrededor se derrumbaba nuevamente,
justo por tener “sueños pendientes” y la
convicción que jamás te diste un espacio
para cumplirlos. Y seguiste eligiendo mal. Perdiste un montón de oportunidades,
afectos, y tantas más…diste prioridad a cosas que no tenían sentido, hoy sin embargo , quiero pedirte una sola
cosa. .. considero que es tarde para que con 57 años puedas ser astronauta o
astrofísica… pero hay algo que para lo que todavía estás a tiempo…. Ser feliz. Toma
todos esos sueños y transfórmalos para generar nuevos… para eso sí hay tiempo…
Hoy más que nunca, necesito pedirte algo desde muy
adentro, desde mi cerebro, pero
principalmente desde el corazón.
Perdón! Una y mil veces perdón, por acallarte, por
reprimirte, por esconderte en un rinconcito y dejarte llorando por lo que
podrías haber sido. Sólo te hago una promesa que hoy estoy dispuesta a cumplir!
Enseñame nuevamente a ser feliz! Prometo
esta vez, consultarte en cada paso que
demos! Vamos niña interna! Aún tenemos tiempo, aunque sea sólo unos
minutos!!
Lara Heiwa
Mi diario personal
Lara Heiwa
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